Enjambres (2015-2020)
(2.2.2(1).2(1). - 4.2.2.1 – Timp - 3 perc.- 1 Harp.- Piano - 14.12.10.8.6)
18 min.
Winner of the XXXIX Reina Sofía Composition Prize given by the Fundació Ferrer-Salat.
W. Premiere: Madrid, Teatro Monumental, 13-14/10/2022. Spanish Radio and Television (RTVE) Symphony Orchestra. Conductor: Pablo González
(2.2.2(1).2(1). - 4.2.2.1 – Timp - 3 perc.- 1 Harp.- Piano - 14.12.10.8.6)
18 min.
Winner of the XXXIX Reina Sofía Composition Prize given by the Fundació Ferrer-Salat.
W. Premiere: Madrid, Teatro Monumental, 13-14/10/2022. Spanish Radio and Television (RTVE) Symphony Orchestra. Conductor: Pablo González
Notas sobre Enjambres
A comienzos del verano el enjambre se impacienta, la colmena
hierve y rebosa ya en olas, negras y vibrantes, como un vaso sonoro
bajo el ardor del sol. Su vuelo es el signo visible, la nota musical de
las alegrías innumerables que nacen del calor y viven en la luz.
Maurice Maeterlink (La vida de las abejas, 1901)
hierve y rebosa ya en olas, negras y vibrantes, como un vaso sonoro
bajo el ardor del sol. Su vuelo es el signo visible, la nota musical de
las alegrías innumerables que nacen del calor y viven en la luz.
Maurice Maeterlink (La vida de las abejas, 1901)
En los últimos años he vuelto a retomar intereses que estaban muy presentes al principio de mi carrera, cuando comenzaba a componer y compaginaba mis estudios de música con los de la carrera Veterinaria. Entonces nosotros estudiábamos a Maeterlink y La vida de las abejas (1901) que se ha convertido en un clásico y todavía hoy sirve de referencia en el campo de la apicultura.
Siempre he pensado que todos en nuestra individualidad formamos parte de lo que Donna Haraway llama hoy redes ecológicas. Como cualquier sistema animal integrado por entes individuales establecemos relaciones de cooperación para sobrevivir en la naturaleza, del mismo modo que las abejas o los estorninos. Para algunos, estos mundos son insignificantes, pero nuestra vida depende de ellos y, además, nuestras sociedades reproducen sus comportamientos a mayor escala: migraciones, ejercicios de poder, mejoras de la especie, cadenas de recolecciones... El estudio de estos sistemas me resulta tremendamente inspirador y extrapolable en su magnificencia, por ejemplo, a las relaciones entre los timbres de la orquesta.
Como el superorganismo del enjambre en movimiento, estos también son capaces de trazar una cartografía de geometrías audibles vivas en el tiempo descubriendo espacios sensoriales que el oído puede transitar y contemplar. Al fin y al cabo, creo que la música debe proyectar una mirada hacia el interior, hacia la propia naturaleza del sonido, para poder mirar después hacia fuera con mayor perspectiva y comprender un poco mejor el mundo que nos rodea.
Siempre he pensado que todos en nuestra individualidad formamos parte de lo que Donna Haraway llama hoy redes ecológicas. Como cualquier sistema animal integrado por entes individuales establecemos relaciones de cooperación para sobrevivir en la naturaleza, del mismo modo que las abejas o los estorninos. Para algunos, estos mundos son insignificantes, pero nuestra vida depende de ellos y, además, nuestras sociedades reproducen sus comportamientos a mayor escala: migraciones, ejercicios de poder, mejoras de la especie, cadenas de recolecciones... El estudio de estos sistemas me resulta tremendamente inspirador y extrapolable en su magnificencia, por ejemplo, a las relaciones entre los timbres de la orquesta.
Como el superorganismo del enjambre en movimiento, estos también son capaces de trazar una cartografía de geometrías audibles vivas en el tiempo descubriendo espacios sensoriales que el oído puede transitar y contemplar. Al fin y al cabo, creo que la música debe proyectar una mirada hacia el interior, hacia la propia naturaleza del sonido, para poder mirar después hacia fuera con mayor perspectiva y comprender un poco mejor el mundo que nos rodea.